Curaduría XI Salón Regional de Artistas Centro Occidente

Estas son algunos de los textos sobre reflexiones que el colectivo AGORA LEP de Manizales - Colombia ha hecho en torno a las prácticas estético pedagógicas en relación a lo público, en un proyecto desarrollado durante el XI salón Regional de Artistas y el 40 salón nacional de artistas. Propuestas desarrolladas a lo largo de dos años de investigación en conjunto. Después de dos años de conformación del colectivo interdisciplinar.

Wednesday, January 03, 2007

REGIÓN?Manual de uso y contraindicaciones

REGIÓN?
Manual de uso y contraindicacionesXI Salones Regionales de Artistas.
Proceso curatorial para la región centro-occidente de Colombia.

Convencidos del aire renovador y democratizante que ronda las nuevas posibilidades de participación en los salones regionales de artistas, el colectivo Ágora. Lep inició a comienzos del año 2005 las discusiones internas y las disertaciones necesarias para la gestación del proyecto que presentaría como proceso curatorial para desarrollar la versión XI de los Salones en el ámbito de la región centro occidente, en los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda.
El proceso del colectivo había iniciado dos años antes con propuestas y acciones a mitad de camino entre la pedagogía, la política y las prácticas artísticas enmarcadas en el denominado arte público de nuevo género, atravesadas por un interés interdisciplinario y por una proyección transdisciplinaria de vinculación de todo tipo de saberes a un ejercicio que se ha propuesto amplio y de largo aliento en el campo de las prácticas culturales.Una visión amplia de lo cultural más allá de lo objetual y las manifestaciones, así como una comprensión de lo artístico más allá de la obra, ha rondado desde sus inicios el proyecto estético de Ágora. Lep y desde esta perspectiva ha formulado sus propuestas teórico-prácticas de intervención-indagación.
Desde este punto de vista la presentación de una propuesta curatorial en el ámbito de prácticas artísticas formales y de un evento con una tradición tan compleja y enrevesada en el ámbito artístico local y regional, implicó una larga serie de discusiones internas y de rastreos teóricos que permitieran una propuesta coherente con los planteamientos sobre los que Ágora ha afincado sus actuaciones.
La primera cuestión era resolver las tensiones entre las propuestas del colectivo y su propio trayecto estético con respecto a la propuesta del Ministerio de Cultura, intentando visibilizar tanto las líneas de fuga frente a la tradición de los salones como los puntos de divergencia centrales de la propuesta institucional y su historia, que permitieran fijar un lugar táctico para el planteamiento del proyecto.
En este sentido la participación de dos integrantes del colectivo en los talleres para la formulación de proyectos curatoriales regionales y la discusión de algunos materiales elaborados por Víctor Manuel Rodríguez y Jaime Cerón resultaron definitivos para configurar el proyecto final sobre el que se dio desarrollo a la propuesta curatorial para esta versión de los salones y para esta regional en particular.
Los textos de Víctor y Jaime aportaron una serie de conceptos centrales que nos apropiamos como pretexto para el desarrollo de una versión agorera de tales disquisiciones, así una idea como la de campo artístico y campo cultural, retomada de Bourdieu, y contextualizada en el ejercicio curatorial que se proponía para las regiones, nos permitió localizar los primeros escenarios cargados de posibilidades de agenciamiento de los sentidos que el colectivo había venido cultivando en sus derivas y nomadeos.
Este concepto, el de campo, nos permitía vincular, desde otra perspectiva, la idea de la muerte del arte en tanto espacio institucionalmente cerrado y profesionalmente delimitado, para dar lugar a una expansión estética –asuntos en los que veníamos trabajando teóricamente desde hacía varios años– en la que la noción de campo como escenario de fuerzas, saberes y modalidades horizontales de poder en tensión en torno a la dimensión de lo artístico y la producción de lo simbólico, generaban un ambiente propicio para la configuración de prácticas discursivas dinámicas y siempre emergentes, en las que una mirada interdisciplinaria (con pretensiones de transdisciplinariedad y de nivelación de saberes académicos y no académicos) ocupaba un lugar central con respecto a la pericia museográfica y la autoridad consagrada de críticos y curadores convencionales. Esta mirada nos permitía alojar en la nueva lógica propuesta por los Salones, una actitud exploratoria y experimental con respecto a la curaduría convencional, que la ponía como ejercicio en un lugar más amplio próximo a la idea del colectivo argentino Duplus de “creación de condiciones para procesos de creatividad social”, esto respecto a las consideraciones que la situaban en los inalcanzables confines de un saber erudito y consagrado y de una pericia reconocida en las altas esferas de los cerrados circuitos artísticos.
En segundo lugar, las apuestas de apertura de los Salones desde la perspectiva de Rodríguez y Cerón, nos proponían el reto de abordar por lo menos tres dimensiones del ejercicio creativo y de los procesos curatoriales: formación, apropiación y circulación, que se complementaban con un trabajo de corte investigativo para dar la envergadura pertinente al esfuerzo creativo de los artistas vinculados a una muestra determinada. Sobre estas incitaciones Ágora se propuso alojar nuevamente los resultados de algunas de sus exploraciones, entendiendo las propuestas más que como una camisa de fuerza, como una maqueta que debía ser llenada y redimensionada según las potencialidades imaginativas de cada propuesta curatorial. Así, respondiendo a los lugares abiertos por cada una de estas enunciaciones, nuestra propuesta señalaba por lo menos los siguientes horizontes de exploración: para responder al interés de formación se propuso un diplomado de carácter regional en estéticas expandidas; por su parte para dar cuenta de las necesidades de apropiación se plantearon los llamados laboratorios de pensamiento creativo y experiencia proyectiva, fusionando una propuesta proveniente del Ministerio, paralela a los salones, con nuestra propia propuesta pedagógica soportada en el esquema de laboratorios y de la cual proviene nuestra sigla LEP (laboratorio de experiencia proyectiva); finalmente para responder al interés de la circulación de obras se plantearon los llamados dispositivos de exposición-relación.De alguna manera, nuestra propuesta se constituyó haciendo agencias de sentido con las propuestas de Ministerio y los planteamientos de Víctor y Jaime, vinculándolas a nuestras propias prácticas, experiencias y desarrollos metodológicos y teóricos, de tal suerte que la propuesta se comportó siempre como una especie de virus que alojaba su propia configuración genética en las opciones de hospedaje que proporcionaron las fuentes institucionales y las reflexiones que atravesaron en nuestro hacer, comportándose como una especie de células madre para el virus cultural que potencialmente se perfila en la democratización de los salones.Vale aclarar que una intención investigativa ha transversalizado todo el ejercicio desde su formulación hasta su realización, esto es, todo el proceso ha sido pensado y desarrollado más allá de la realización de un proyecto puntual, de tal manera que cada ejercicio se ha preocupado por ser al mismo tiempo una práctica real y una reflexión teórico-metodológica que dé soporte a los procesos curatoriales en general, un poco en contravía de una curaduría que se ha planteado tradicionalmente o bien como ejercicio intuitivo y de mera sensibilidad, bien como parte de la erudición en los campos de la historia del arte, la museografía y la museología, que no requieren de conceptualización y comunicación; por el contrario nuestro esfuerzo se ha concentrado en realizar, en el horizonte de la investigación estética, propuestas cuya sistematización y teorización nos permitan llevarlas más allá del caso puntual de esta curaduría y se vuelvan aportes conceptuales con implicaciones prácticas para una reflexión más amplia.
A continuación presentamos una breve síntesis de cada una de estas fases de desenvolvimiento de la propuesta curatorial:
Diplomado en estéticas expandidas y gestión cultural:
El diplomado en estéticas expandidas y gestión cultural se convirtió en el pretexto perfecto para indagar alrededor de herramientas metodológicas y conceptuales pertinentes para plantear proyectos de intervención artística en los que se den experiencias y desarrollos prácticos a los nuevos roles del artista entendido como facilitador, proyectista y gestor cultural.El diplomado se realizó con participantes de los tres departamentos bajo el claro interés de tejer redes de intercambio de experiencias regionales y así compartir herramientas para la investigación estética, la creación artística y el fortalecimiento de los procesos culturales locales, arrojando como resultado al menos cinco propuestas de intervención artística que serán puestas en circulación a través de la base de datos y el banco de proyectos que publicaremos en la web.
Laboratorios de pensamiento creativo y experiencia proyectiva:
Para nosotros es absolutamente necesario entender la apropiación más allá del consumo de productos artísticos o los conceptos de formación de públicos, para nosotros resulta interesante, más que socializar los productos, socializar modos de producción simbólica que permitan una comprensión experiencial de la actividad artística.
La población con la cual se llevó a cabo la experiencia de los laboratorios estaba constituida por un grupo de artistas autodidactas habitantes del barrio Solferino de la ciudad de Manizales. De esta manera, en este ejercicio, se articularon prácticas de reconocimiento de contexto, teniendo en cuenta sus dinámicas sociales y culturales, para, a partir de allí, propiciar formas de expresión y conmemoración pública que permitieran movilizar y construir nuevos sentidos de la vida en comunidad y evidenciar las responsabilidades del trabajo artístico en dicho escenario. A través del uso de simbolismos y referentes locales puestos en público a través de una serie de murales y de la combinación de herramientas artísticas y dinámicas de encuentro como el festival, los concursos, entre otros, los participantes lograron configurar una práctica híbrida que evidenció complejas dinámicas de apropiación de los lenguajes artísticos y su vinculación con la cotidianidad en espacios públicos comunitarios.
Dispositivos de exposición-relación:
Los dispositivos de exposición-relación se convierten en la base principal de las estrategias de circulación propuestas por nuestra curaduría, constituyéndose en una crítica a los complejos museográficos de exhibición-recepción- contemplación, de tal suerte que tácticas de encuentro, relación e intervención en lo público como las que se hicieron posibles a través del museo portátil, las proyecciones públicas y la base de datos y el banco de proyectos, dan cuenta de otras posibilidades de circulación y relación con los productos artísticos que vinculan al mismo tiempo tecnologías caseras y modos de reproducción digital intentando otros modos de recepción y experiencia estética. Así, un dispositivo como el museo ambulante próximo y deudor de las consideraciones y prácticas de Gustavo Zalamea en sus curadurías, se convirtió en un medio familiar, por su intencional semejanza con los carritos de ventas ambulantes, más efectivo para la discusión en torno a las obras y artistas del Salón, permitiendo el encuentro vital con personas de todo tipo, esto en varias ocasiones, con mayor intensidad que las mismas salas de exposición.
En la actualidad, nos encontramos preparando la base de datos y el banco de proyectos, la cual esperamos se convierta en una plataforma digital de publicación y circulación de los distintos productos, procesos y discusiones en torno a las prácticas artísticas y las prácticas curatoriales.
En la actualidad, nos encontramos preparando una serie de productos editoriales entre los que se encuentran un libro y una serie de postales, que permiten otros modos de circulación, entendiendo la profunda conexión entre lo editorial y lo curatorial como modos de puesta en público (publicación) de modos de hacer, prácticas y procesos creativos.Para finalizar, vale la pena remarcar que las intenciones y el proceso mismo de democratización de los salones, por lo menos desde nuestra experiencia, se ha convertido en una aventura interesante que promete profundas renovaciones en el campo artístico y de investigación estética, fortaleciendo procesos de reflexión, creando posibilidades para la praxis curatorial desde lo local, que aunque compleja y en algunos casos tediosa, por los múltiples intereses y relaciones de poder que se tejen en el campo artístico, no obstante permiten dibujar un horizonte distinto para nuestras comunidades artísticas, la pregunta pendiente gira en torno a las políticas culturales que den soporte coherente a estas transformaciones.
MAURICIO VÁSQUEZ ARIAS

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home